Desde mi infancia he vivido inmerso en la creatividad artesana y el gusto por la cocina. El oficio de ebanista de mi padre, la dedicación a la cocina de mi abuela y el buen hacer culinario de mi madre confluyeron en una pasión que he convertido en mi modo de vida: la gastronomía.
He tenido la gran suerte de formarme con los más grandes. La Escuela de Cocina de Luis Irizar fue el inicio de mi aprendizaje académico. Allí tuve la oportunidad de aprender de restaurantes como Arzak, Grupo Martín Berasategui o Miramón de la familia Arbelaitz. Continué más adelante realizando un Máster en Gestión e Innovación de Restaurantes (MGIR) en el Basque Culinary Center donde aproveché para conocer a grandes Chefs como Paco Roncero, Paco Pérez (Miramar), Xabier Gutiérrez, Iñigo Lavado, Fernando Canales, Tony Botella, David Yarnoz, Enrique Fleischmann, Roberto Ruíz, Josemi Olazabalaga, etc. e importantes gestores de grandes cadenas de restauración y restaurantes.
En 2005 apareció en mi vida Beatriz Martínez, mi novia, mi amiga y mi socia en la vida. El primer sueño que tuvimos se materializó en Logroño en 2007 bajo el nombre de Restaurante Marinée, un lugar en el que pudimos transmitir el gusto por la estacionalidad de la materia prima y por el sabor auténtico y por recibir a las personas en nuestra casa. Después, en 2014, soñamos Wine Fandango también en la capital riojana. Una propuesta rompedora que mezclaba modernidad y elegancia con una propuesta gastronómica muy divertida que mantuvimos hasta el 2021. En 2020 damos forma a Aitor Esnal Restaurante en la calle Sagasta 13 de la Parte Vieja logroñesa, realizando una cocina de raíces vascas con influencias asiáticas, que pudimos inaugurar el 13 de Mayo de 2021. Actualmente es nuestra casa madre y es donde exclusivamente realizamos nuestro trabajo.
Nunca descanso en la búsqueda de nuevas ideas con las que sentirme pleno en mi relación con la cocina y la gastronomía. Investigo e indago el origen de cada producto que entra en mi cocina, transformándolo con mis propias manos, consiguiendo crear un plato que permita a quien lo deguste disfrutar tanto como yo cuando lo preparo.
A la hora de elaborar mis propuestas me inspiro tanto en mis experiencias a través de las personas que me han enseñado y de los viajes por el Sudeste asiático para aplicar sus técnicas o ingredientes a la cocina que en sus raíces me permitió comenzar a disfrutar de las bases de la cocina tradicional vasca, bebiendo de aquellos platos que despiertan mis recuerdos sólo con sus olores. El sabor a mar, la huerta de la infancia, los colores de los productos en el mercado... Una cocina muy personal, sincera y cuya máxima es disfrutar de cada bocado.